Sentí el roce de sus labios que acariciaban mi mejilla, fue un instante, no más de dos segundos, pero para mí, un momento eterno de felicidad.
Me sentía de película, él… se que pensareis que no lo conocía, pero era el chico de mi vida, lo demostraría, tenía una eternidad para conocerlo.
Era guapísimo. Solo me había fijado en sus ojos y sus manos, era lo que más llamaba la atención de él. Pero sus labios, su nariz, su pelo… Todo, absolutamente todo era envidiable.
Cuando despegó sus labios de mi cara, dijo su nombre:
-Soy Marco, encantado –ese nombre era especial, Marco, suena bien, de hecho, suena genial.
-Hola, yo soy Alejandra –dije con un hilo de voz.
Eran las palabras más estúpidas del mundo, las más insignificantes, pero no las olvidaré. El pronunciar su nombre con su media sonrisa, no, sin duda alguna no lo olvidaré.
Nos quedamos callados un rato, no sabíamos que decir, no nos conocíamos.
-¿Por qué tardaste tanto en contestarme en el autobús? –preguntó por fin, no era lo que me hubiese gustado que dijera ¿qué iba a contestar yo ahora? pero al menos habló, el silencio me empezaba a incomodar.
-No sé, me quede pillada, no sabía qué hacer, fue extraño.
Y otra vez sacó su media sonrisa que dejaba enseñar algunos de sus dientes, me volvía loca.
-¿Quieres bailar? –soltó, esto iba de mal en peor.
-Pero ¿cómo vamos a bailar? Si no hay nadie bailando… no hay ni pista de baile –ese chico estaba loco.
-¿Acaso eso importa? ¿Había alguien más en el autobús dibujando caritas? No te guíes por lo que hagan los demás –Me cogió de la mano y justo en ese momento empezó a sonar una canción lentita, de estas de bailar pegados, el universo estaba de mi parte.
Estábamos bailando, los dos ahí en medio, como dos completos idiotas. Sentía su respiración, sus manos… Entonces, sentí sus labios, sentí que nos uníamos, sentí como retiraba el pelo de mi cara, como me abrazaba más fuerte y nos seguíamos moviendo al ritmo de la música, mientras me besaba con toda su fuerza.
Separó sus labios, los acerco a mi oreja y susurró:
-Dime que pare, tan solo dime que pare…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
la cosa es así, jamas sigas lo que acen los demás, el llevaba toda la razón, xk hacer lo mismo que las demas personas? cada uno es unico no somos ovejas
ResponderEliminar